GrandPa Yippie: W. C. Fields
Uncle Yippie: Lenny Bruce
El cómico Lenny Bruce (1925-1966): Un santo ateo - Patricio Pron
Excepto
por un período de dos años durante su adolescencia en el que trabajó en una
granja y por los tres años que sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra
Mundial, Lenny Bruce tuvo a lo largo de su vida un solo oficio, el de provocar
mediante las palabras. El cómico, nacido el trece de octubre de 1925 en
Wantagh, Nueva York, como Leonard Alfred Schneider, comprendió muy pronto el
poder transformador de las palabras y el efecto liberador que algunas de ellas
tenían cuando eran utilizadas en un escenario. "Es la supresión de la
palabra la que le da su poder, su violencia y su vicio", dijo refiriéndose
a todas ellas, pero en particular a aquellas que, como "cocksucker" y
"fuck" le llevaron a ser conocido como "el comediante más sucio
de los Estados Unidos", a la persecución policial, la proscripción tácita
y finalmente a un más que probable suicidio. Los cuatro procesos por obscenidad
que se llevaron en su contra entre 1961 y 1964 dejaron un saldo monstruoso de
más de tres mil quinientas páginas de transcripciones, veintitrés abogados
defensores, catorce abogados de la acusación y cuarenta y un jueces
involucrados en diferentes instancias, pero también un ícono de la
contracultura: el filósofo desobediente, el santo drogadicto, el cruzado contra
la hipocresía, la víctima de un linchamiento que se hizo un hueco en el poema
"Aullido" de Allen Ginsberg y en la portada de Sgt. Pepper’s
Lonely Hearts Club Band de The Beatles y cuya lucha por la libertad de
expresión contribuyó a moldear la cultura norteamericana tal como la conocemos
hoy en día.
LA BESTIA ANDA SUELTA
Su impacto en ella hubiera sido nulo, sin embargo, de no haber sido porque
Lenny Bruce utilizó la insensibilidad del público en los locales de striptease
en los que trabajó tras abandonar el circuito amateur –en el que competía con
el camarero que cantaba "Sorrento" hasta quedarse azul o con el que
tocaba canciones patrióticas con una patata– para comprobar los límites de lo
aceptable en comedia, y luego ir más allá. Mientras los críticos condenaban su
utilización de palabras "sucias", el público comenzó a alentarlo a
improvisar aún más, abandonando los retruécanos y otras formas convencionales
de humor; así, Bruce fue desarrollando un estilo más y más personal basado en
la libre asociación y la alternancia de expresiones yiddish con la jerga de los
músicos de jazz y de los bajos fondos, en una renuncia explícita al uso
anglosajón y protestante del idioma. Su inconformismo, que compartía espíritu
con el de escritores como Jack Kerouac y Allen Ginsberg, y su fraseo, que
recordaba al del bebop, encontraron su audiencia más sensible en San Francisco,
la capital del movimiento "beat". Su aguda percepción de la
hipocresía de la sociedad de su tiempo, que lo llevaba a abordar tópicos como
el temor al comunismo, la segregación racial, la religión organizada y la
persecución de la sexualidad y el consumo de marihuana, lo convirtieron en
alguien "hip". Su reacción fue típica: radicalizar su pensamiento aún
más hasta hacer de la provocación un estilo.
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