viernes, 7 de octubre de 2011

ALGUNOS PIONEROS: W. C FIELDS & LENNY BRUCE



GrandPa Yippie: W. C. Fields




Uncle Yippie: Lenny Bruce

 

El cómico Lenny Bruce (1925-1966): Un santo ateo - Patricio Pron


Excepto por un período de dos años durante su adolescencia en el que trabajó en una granja y por los tres años que sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial, Lenny Bruce tuvo a lo largo de su vida un solo oficio, el de provocar mediante las palabras. El cómico, nacido el trece de octubre de 1925 en Wantagh, Nueva York, como Leonard Alfred Schneider, comprendió muy pronto el poder transformador de las palabras y el efecto liberador que algunas de ellas tenían cuando eran utilizadas en un escenario. "Es la supresión de la palabra la que le da su poder, su violencia y su vicio", dijo refiriéndose a todas ellas, pero en particular a aquellas que, como "cocksucker" y "fuck" le llevaron a ser conocido como "el comediante más sucio de los Estados Unidos", a la persecución policial, la proscripción tácita y finalmente a un más que probable suicidio. Los cuatro procesos por obscenidad que se llevaron en su contra entre 1961 y 1964 dejaron un saldo monstruoso de más de tres mil quinientas páginas de transcripciones, veintitrés abogados defensores, catorce abogados de la acusación y cuarenta y un jueces involucrados en diferentes instancias, pero también un ícono de la contracultura: el filósofo desobediente, el santo drogadicto, el cruzado contra la hipocresía, la víctima de un linchamiento que se hizo un hueco en el poema "Aullido" de Allen Ginsberg y en la portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles y cuya lucha por la libertad de expresión contribuyó a moldear la cultura norteamericana tal como la conocemos hoy en día.

LA BESTIA ANDA SUELTA

Su impacto en ella hubiera sido nulo, sin embargo, de no haber sido porque Lenny Bruce utilizó la insensibilidad del público en los locales de striptease en los que trabajó tras abandonar el circuito amateur –en el que competía con el camarero que cantaba "Sorrento" hasta quedarse azul o con el que tocaba canciones patrióticas con una patata– para comprobar los límites de lo aceptable en comedia, y luego ir más allá. Mientras los críticos condenaban su utilización de palabras "sucias", el público comenzó a alentarlo a improvisar aún más, abandonando los retruécanos y otras formas convencionales de humor; así, Bruce fue desarrollando un estilo más y más personal basado en la libre asociación y la alternancia de expresiones yiddish con la jerga de los músicos de jazz y de los bajos fondos, en una renuncia explícita al uso anglosajón y protestante del idioma. Su inconformismo, que compartía espíritu con el de escritores como Jack Kerouac y Allen Ginsberg, y su fraseo, que recordaba al del bebop, encontraron su audiencia más sensible en San Francisco, la capital del movimiento "beat". Su aguda percepción de la hipocresía de la sociedad de su tiempo, que lo llevaba a abordar tópicos como el temor al comunismo, la segregación racial, la religión organizada y la persecución de la sexualidad y el consumo de marihuana, lo convirtieron en alguien "hip". Su reacción fue típica: radicalizar su pensamiento aún más hasta hacer de la provocación un estilo.
 

 


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