Algunas consideraciones para trabajar en el seno del pueblo.
“El camino es largo y
desconocido en parte; conocemos nuestras limitaciones. Haremos el
hombre del siglo XXI: nosotros mismos. Nos forjaremos en la acción
cotidiana, creando un hombre nuevo con una nueva
técnica.”
(Ernesto “Che” Guevara)
A modo de introducción.
La tarea de reconstruir el Movimiento
Obrero y Popular y desarrollar, a partir de dicha reconstrucción,la
Fuerza SocialRevolucionaria en el seno de nuestra clase, debe comenzar
por hacer un análisis científico sobre el cómo llevaremos a cabo el
proceso de enseñanza-aprendizaje y aprendizaje-enseñanza de las
contradicciones de clase inherentes al capitalismo y cómo reaccionar
conscientemente para combatirlas. Más todavía hoy, cuando estamos
enfrentados a una fase avanzada y senil del capitalismo
monopólico-financiero, donde el hombre (entendido como humano, no como
género) es más “lobo del hombre” que nunca.
Tenemos un elemento que debemos trabajar
acabadamente, el que hace relación con la total hegemonía ideológica de
las clases dominantes. Es aquí donde NO sólo las condiciones económicas
toman fuerza para explicar las contradicciones de clases, o sea,
debemos hacer un análisis acabado de lo que realmente significa “El
Capital” de Marx, no sólo como libro economicista como han pregonado
muchos Marxoides dogmáticos y desviados, sino que lo debemos
relacionar conjuntamente con la cultura como forma de dominación de una
clase sobre otra. En cuanto a esto último, debemos tener siempre
presente para el análisis el hecho de que la clase dominante: La
burguesía, sea hoy la clase opresora del proletariado, no responde a un
hecho mecánico, menos divino a la usanza del “destino manifiesto”,
sino que corresponde a una serie de elemento históricos de las
relaciones entre los hombres y hombres, mujeres y hombres, hombres y
mujeres; y mujeres y mujeres. Ahora bien, que los proletarios del mundo
seamos los vencidos de esta fase de la historia conlleva a que el bloque
dominante (los vencedores) quiera hacernos creer que no hemos sido
derrotados, sino que estamos en esta condición por voluntad propia. Tal
ha sido el grado de avanzada y violencia de la burguesía, que nos ha
hecho creer que efectivamente tal condiciones es ahistórica,
eterna, es algo divino que jamás va a cambiar, lo cual corresponde a la
fase más estabilizada del dominio: La paz. Al haber paz entre vencidos y
vencedores, estos últimos podrán ejercer sus privilegios libremente. A
pesar de que nos han introducido una paz forzada por la violencia de
Estado, entre muchas otras formas de oprimir y estrangular a los
proletarios mucho más para mantener el statu quo, el capitalismo siempre
presenta fases o ciclos de crisis; he allí donde debemos desnaturalizar
las relaciones sociales y productivas alienadas que genera este
horrible sistema.
Para desnaturalizar el sistema
hegemónico desde sus cimientos, el desarrollo dela Fuerza
SocialRevolucionaria es indispensable. Sin embargo, esta pasa por
determinadas estrategias por parte del movimiento revolucionario, las
cuales obedecerán al plan político que el período nos demande. Ahora
bien, debemos ser muy cautos en el sentido de aplicar la mejor forma de
mostrar a nuestro pueblo todas las injusticias que vivimos a diario;
cómo poder enfrentarse al gigante capitalista, cómo podemos hacer
tambalear al gigante y cómo eliminar a sus siervos, o sea, cómo podemos
ganar la pulsada al Estado y a sus aparatos represivos. Esta es una de
las tareas fundamentales que la izquierda revolucionaria debe planificar
para contribuir al proceso de acumulación de fuerza, que a posteriori
debe traducirse en gérmenes de Poder Popular que sustenten y avalen el
proceso revolucionario anticapitalista, antiimperialista, de liberación
nacional y por el socialismo. Además de ello, debemos enseñar desde la
acción cotidiana a los demás sectores de la izquierda revolucionaria,
siempre con mucha humildad; para ello la moral revolucionaria toma una
fuerza tan importante como el hecho de desarrollar, desde el seno del
pueblo,la Fuerza SocialRevolucionaria o el Poder Popular.